El párroco termino el Triduo Pascual animando a vivir la alegría del encuentro del Resucitado en la vida personal y familiar de cada cabeceño. Señalando que "la Semana  grande se celebra entre todos" y con nuestra colaboración hacemos que el hecho de la muerte y resurrección siga siendo el centro de nuestro estilo de vida cristiana. A su vez invita a que no la dejemos desaparecer si no más bien arrimar el hombro para seguir celebrándola.